martes, 31 de julio de 2012

FORMACION PROFESIONAL


FORMACION PROFESIONAL (FP) *****

1148                                                                                                                                                                                         ING.CARLOS PAICO JOAQUIN


                La educación española no es tan solida y profunda como muchos la quieren ver. Por ello comparemos con la educación Americana.
La española tiene deficiencias de forma y de fondo, no tiene un método consistente y es poco eficiente –muy a pesar de que los temas de las asignaturas y la asignatura en sí son profundos-, comparadas con América latina. Lo que está fallando, es la aplicación misma de la curricula, tanto el colegio primario, secundario (ESO) y en el Instituto.
En la Universidad, las asignaturas son ya mucho más profundas, con una buena temática de enseñanza, los profesores son evaluados periódicamente, y –además-, son capacitados continuamente, recupera en algo lo que le falta en la educación básica. La buena formación de los futuros profesionales es el resultado de de la inversión en materia educativa de un país rico, comparado con otro país inmensamente rico (EEUU).
Y que podemos decir de Perú, en la que Lima es la referencia de la representación más patética de los talentos peruanos.
Empecemos por el nivel de educación primaria, profesores –muchos sin título-egresados de institutos y otros cuantos de la universidad. Y de estos últimos con una formación básica: 5% del total.
Profesores de secundaria, el 30% del profesorado del total con carrera y sin título, egresados de institutos y universidades, el 40% con titulo, pero sin formación académica de actualización, el 20% con titulo o sin título, pero no de la carrera magisterial (de otras profesiones). Y éstos son los que enseñan a nuestros hijos en Lima, capital del Perú.
Y que se puede decir de la educación en nuestras provincias, en donde no existen ni servicios básicos  mínimos. Llamase agua, desagüe y energía eléctrica y agregado a ella sin carretera de penetración; resultado: educación = deficiente.
En conclusión, es el futuro de nuestro país, a esto hay que sumarle las carreras profesionales que estudian entre 5, 7 ó 12 años y que al culminar no hallen donde laborar, y para el colmo de los males agregar a ello la corrupción en todas las esferas de este sistema gobernativo, podrido y corrupto.

viernes, 20 de julio de 2012

PESIMO SERVICIO DE TELEFONIA EN EL PERU


EL PESIMO SERVICIO DE TELEFONIA EN EL PERU *
                                                                                                          ING. CARLOS PAICO JOAQUIN

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                A quien podemos echarle la culpa de que en el Perú siguen vendiendo gato por liebre, las empresas de telefonía son reyes en el país, porque la gente se ha conformado con el pésimo servicio que existe en ella, pero quien debe vigilar que ello se cumpla estrictamente. Opsitel es solo un mera mueca de denuncias que pudiera llegar allí, no sé cómo hasta la actualidad esto sigue aún funcionando de manera tan flagrante, engañando a un país entero, nadie puede ser juez y parte en ningún lado del mundo, pero aquí en el Perú sucede que la Opsitel es y funciona con el dinero de las compañías telefónicas, y toda denuncia muere allí. Será porque los abogados que contrataron son de las propias compañías de telefonía que funcionan en el Perú.
La otra parte es que el servicio de comunicación tiene muy mala la señal, se corta por tramos, existe interferencias, existe poca cobertura aquí en la propia capital, que sucederá en provincias entonces. Tal pareciera que el gobierno avala y se hace de la vista gorda con los miles de inconvenientes que existan hasta la actualidad. Da la impresión que la corrupción esta hasta el tuétano del sistema porque nadie hace nada por mejorar la calidad del servicio, y con mayor razón aún, que estas empresas de telefonía tienen un cobro por servicio superior a la media Europea o la de los Estados Unidos y la del Canadá.
Otro de los inconvenientes es que como si viviéramos en el África, aquí hay una serie de prefijos para llamar al extranjero, hasta las propias operadoras tienen sus ingresos extras por el solo hecho de comunicarse con el extranjero, cosa que no sucede con ningún país en el extranjero. Estamos en un País del tercer mundo, en donde se inventan servicios y lo que es peor, no para mejorar la calidad, simplemente para lograr obtener mayores emolumentos de los bolsillos de los ciudadanos.
Las personas que estamos de paso por el país estamos cansados que aún aquí se vivan como en los tiempos de los taparrabos, y si seguimos permitiendo tantos y tantas aberraciones, no se culpe a otros, que en los países desarrollados nos tilden de ser ignotos y salvajes.
La solución es tan fácil, que por ahorrarse unos cuantos millones de dólares, las empresas de telefonía achacan a la ciudadanía que somos los culpables de la nos solución de aquellos problemas. Mientras que aquí aun están con cables de pares, en otros lugares no tan avanzados, hay líneas de telefonía y redes de voz y datos con fibra óptica.

jueves, 19 de julio de 2012

EL PERIODISMO DESDE LAS CLOACAS


PERIODISMO DESDE LAS CLOACAS *****
1233                                                                                                                                                                                                     ING.CARLOS PAICO JOAQUIN

                La corrupción y sobretodo, la impunidad y prepotencia de los corruptos, ha condenado la política a las cloacas del poder y ha convertido a sus legítimos representantes, que ejercen la soberanía en virtud de la voluntad popular que le confieren las urnas y el ejército democrático del voto, las ratas de alcantarilla que chapotean en la inmunda y pestilente charca del espacio público. En ese lodazal se corrompen las instituciones y agoniza el sistema, víctima de la ambición desmedida y de la codicia de todos esos especuladores que gustan de frecuentar la mesa de poderosos y los lujosos salones del capital. Cuando los controles democráticos fallan y la justicia se hace tolerante y complaciente; cuando la ley ya no es implacable y la gestión del gobierno se hace opaca; cuando todo se puede comprar y vender, y la política es sólo una oportunidad de negocio que desprecia la vocación de servicio e instrumentaliza los medios para alcanzar el fin del enriquecimiento ilícito, el periodismo se convierte en el último reducto de la libertad y la independencia, en la conciencia crítica de la gente y en la dignidad del pueblo, garante de una soberanía destinada a transformar la sociedad, no a servirse de ella. Entonces es cuando los periodistas tienen que revestirse de ese poder que, lejos de ser complaciente con los corruptos y sus cómplices, se juega todos los días la vida por llamar a las cosas por su nombre, en defensa de la verdad y de los principios éticos y valores que sustentan un modelo social que propugna que todos los hombres somos iguales y que existen unos derechos fundamentales inviolables. Y en este punto es cuando hay que mantener el tipo y no mirara hacia otro lado. No resulta fácil en tiempos de crisis ir contracorriente, cuando la mayoría calla y otorga. El periodismo que renuncia a su sagrada misión de preservar la democracia y los valores que la sustentan incurre en la peor de las corrupciones posibles: la de quien teniendo el imperativo moral de denunciar los abusos del poder consiente la degeneración de la política y se rebaja a la condición de acólito del delito investido por el cinismo y la desfachatez. Todos ellos, actores y cómplices, son mediocres que bajo la apariencia de luchar, claudican; se esfuerzan pero no para mejorar y cambiar, no para que quede en evidencia de lo que son capaces sino, todo lo contrario, para tapar su propia incapacidad, su impotencia, su servilismo ante unos depredadores del poder que en su vesania los tratan como a perros, siempre fieles a sus amos hasta el castigo, cuando los importunos, molestan.
Tenemos la obligación de ser honestos con el periodismo y honrados con la sociedad; tenemos que morder la mano de quien nos somete con las migajas del poder; debemos desconfiar, preguntar, indagar, exigir transparencia, pedir explicaciones, justificación, rendición de cuentas, claridad…Que el miedo no alcance a superar a la razón. Sin una prensa libre, sin unos periodistas independientes, sin la verdad, no es posible la democracia. El periodista presta su voz al pueblo y renueva día a día su confianza en el sistema. El periodismo es un espacio para el encuentro y para el dialogo, para la pluralidad y la opinión, para poner en duda los dogmas y relativizar las verdades inamovibles; es un reducto para el entretenimiento y la racionalidad, para la ética y la verdad, para el compromiso y la responsabilidad, para el servicio público; es un espejo donde mirarnos y expresar con palabras sentimientos y emociones, anhelos y esperanzas, dignidad y conciencia. Francisco Umbral solía decir que el periodismo mantiene a los ciudadanos avisados, a las putas advertidas y al Gobierno inquieto.